Los ecosistemas, están compuestos por distintas especies de
animales, que establecen distintas relaciones entre ellos y con su entorno. Los
ecosistemas tienden a autorregularse, sin tener que precisar de un medio
externo como el ser humano para regular estos aspectos.
La Autorregulación de las Poblaciones podría dividirse en
dos aspectos principales el crecimiento de una población y su tamaño:
Crecimiento
de una Población
Cuando una población en la naturaleza tiene acceso a una
decente cantidad de comida y un lugar donde puedan estar lejos de amenazas,
comienza a crecer el número, pero se reducen de forma equivalente los recursos
como el alimento.
Si esto continua, llegará un momento en el que se llegue a
un límite, llamado Capacidad de Carga, en este momento, los recursos serán tan
bajos que comenzará a bajar el número de la población, lo cual, hará que
aumente de nuevo el número de recursos.
Esta sucesión continuará indefinidamente hasta que ocurra
algo que altere la capacidad de carga, como la llegada de depredadores o un
desastre natural, por ejemplo.
Tamaño de
una Población
Muy relacionado con el punto anterior, tenemos al tamaño de las poblaciones, que es limitado por las relaciones de los seres vivos unos con otros. Estas relaciones pueden ser:
- De Depredación: La presa es cazada por el depredador, transfiriendo así energía y materia. Por ejemplo, pájaros y gusanos.

- De Competencia: Las diferentes especies que necesitan los mismos recursos, compiten para obtener lo mejor. Las plantas intentan crecer a lo más alto para absorber más luz.
- De Estrés: Si la población de una especie es muy grande, algunos individuos pueden padecer estrés.
Estos tres factores regulan el tamaño de las diferentes
especies de un mismo ecosistema, e influyen directamente en su crecimiento o disminución.
Ambos aspectos de la Autorregulación, controlan y regulan las variadas poblaciones
de especies en un ecosistema, y permiten que este pueda seguir cambiando de
forma natural.
En el Moncayo, una posible situación, podría ser, que en una
zona con abundantes pastos y sin depredadores, podría crecer una población de
corzos y a lo largo de unos años, esta población crecería tanto, que el
alimento se gastaría, causando la disminución de la población.
Si disminuyese la población crecerían más pastos, creando
así un ciclo, que podría ser interrumpido si un depredador llegase a esa zona.
Entonces surgiría otro ciclo, entre el depredador y los corzos.
-Pablo C
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